Esta entrada la voy a dedicar al día contra la homofobia del que mucha gente se siente identificado y pretende formar parte de ello.
El pasado jueves en educación física Jorge nos propuso un reto: Pasarle un beso en la mejilla a la persona de al lado. Pensó que no lo podríamos superar y pienso que es por el simple hecho de que un chico se lo diera a otro (cosa que los alumnos de tercero no fueron capaces de hacer). Solamente hubo dos chicos que se cambiaron de sitio pero el resto supo afrontar la realidad y ver eso como un juego más.
No entendíamos la finalidad de ese reto pero finalmente llegamos a pensar que tenía un motivo; un motivo digno de mostrar.
La homofobia, rechazo o discriminación a hombres y mujeres homosexuales, a la orden en el día de hoy. Impide el libertismo de aquellas personas con otra condición sexual, impide su libertad a la hora de poder mostrar en público su verdadera personalidad. Sufrir el rechazo no es solamente que no les gustes a aquellas personas homófobas no, también es sufrir la variedad de insultos y acosos que se producen.
Gays, lesbianas, todos los homosexuales son gente normal, tan normal como todo ser humano, con los mismos sentimientos que a veces tienen, por desgracia, impedido moralmente mostrar.
TODOS SOMOS IGUALES.
Me han gustado mucho tus reflexiones María. Jorge está consiguiendo sacar de vosotr@s cosas maravillosas. Aprovechadlo todo...
ResponderEliminarGracias Irene :)
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